¿Qué gastos fijos tengo que afrontar como propietario?

Medilloguem

18 dic. 2023

Tener una casa o un piso en propiedad supone para su poseedor la posibilidad de disfrutar de un inmueble que no sólo facilita la necesidad básica del alojamiento para él o para quienes vivan en él, sino que también funciona como una inversión económica que proporciona estabilidad, seguridad y sentido de la pertenencia, entre otros muchos beneficios. Esta inversión, que es probablemente la compra más importante de la vida de cualquier ciudadano, lleva asociados, sin embargo, unos costes determinados, que son inevitables y que es necesario asumir. ¿Cuáles son los gastos fijos que supone la propiedad de una vivienda? 

1. Hipoteca

El gran gasto fijo que debe tener en cuenta el propietario de un inmueble es el valor de su compra. En este sentido, aunque la posibilidad de adquirir una vivienda al contado no es inhabitual, lo más usual a la hora de comprar una propiedad inmobiliaria es hacerlo a través de un préstamo hipotecario. Formalizar una hipoteca consiste en acordar que una entidad financiera entregue una determinada cantidad de dinero a cambio del compromiso de devolver esa cantidad, más los intereses correspondientes, mediante el pago de cuotas mensuales. La garantía de pago es, en este caso, el propio inmueble que se adquiere. Como norma general, se considera que el coste de la cuota mensual de una hipoteca no debería suponer más del 30 % de los ingresos mensuales del propietario.  

2. IBI

El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) es una tasa anual obligatoria que pagan los propietarios de todos los inmuebles (no sólo las viviendas, sino también los garajes, locales, etc.) sólo por el hecho de ser propietarios. El IBI es un gasto fijo fundamental para el propietario de un piso, ya que lo recaudan los ayuntamientos y cada municipio fija la cuantía del impuesto a pagar por los inmuebles ubicados en su término. Para calcular el IBI, se parte del valor catastral del inmueble y sobre este valor el ayuntamiento establece un tipo a aplicar para cada propiedad, que oscila entre el 0,4 % y el 1,3 % de ese valor catastral. Puedes tener más información sobre el valor catastral de un inmueble en el siguiente artículo.   

3. Tasa de basuras

La tasa de recogida de residuos, también llamada tasa de basura, es un impuesto municipal que recaudan los ayuntamientos, junto con el IBI. Esta cuota sirve para que los municipios cobren a los propietarios de las viviendas el coste de los servicios que comporta la recogida de los residuos que se generan. Casi todas las ciudades disponen de esta tasa que supone otro gasto fijo como propietario, pero su importe depende de cada ayuntamiento. 

4. Comunidad

Con la lógica excepción de las fincas unifamiliares o independientes, si el inmueble pertenece a una comunidad de vecinos, el propietario debe pagar obligatoriamente los gastos de la comunidad por el uso de los espacios comunes. Los costes pueden variar ostensiblemente si hablamos de un bloque pequeño sin grandes necesidades o si, por ejemplo, se trata de una comunidad con servicios como ascensor, jardín, piscina y portero. Lo habitual es que los propietarios afronten la parte proporcional de los gastos de la comunidad según la superficie del inmueble que poseen. Además de los gastos fijos habituales de la comunidad, se pueden añadir también las derramas, sobre las que te hablamos en este artículo. 

5. Suministros

Es necesario que el propietario de un piso tenga en cuenta como gasto fijo el hecho de dar de alta y pagar puntualmente los suministros de servicios básicos como la electricidad, el agua o el gas, que permiten la adecuada habitabilidad de inmueble. Otros productos y servicios como el acceso a internet y la telefonía no son obligatorios, pero deben añadirse al listado de gastos mensuales fijos de toda vivienda, porque se han convertido en casi imprescindibles. La mayoría de estos suministros están sujetos a diferentes tarifas comerciales que pueden hacer variar su precio y, por tanto, es conveniente compararlas a la hora de realizar la contratación. 

6. Seguros

Con la firma de una hipoteca, la contratación de un seguro del hogar suele ser obligatoria, pero, si no es el caso, es de todos modos una gestión altamente recomendable y un gasto fijo como propietario que merece mucho la pena tener. Proteger tanto el contenido como el continente de tu vivienda con una póliza de seguros te aportará tranquilidad y descanso ante cualquier eventualidad o imprevisto y supondrá una gran ventaja frente a las repercusiones económicas que se pueden derivar cuando se produzca un siniestro en el inmueble. Lee aquí más información interesante sobre los seguros del hogar.  

 

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