Si quieres aprovechar el buen momento actual para vender un inmueble de tu propiedad, pero se da la situación de que es una vivienda que tienes alquilada a un inquilino, seguramente la primera duda que te planteas es si puedes llevar a cabo esta operación. No te preocupes porque vender un piso con inquilinos viviendo en él es algo perfectamente legal y válido, aunque deben darse una serie de condiciones para hacerlo. Te explicamos cuál es el procedimiento para vender con todas las garantías una vivienda de tu propiedad que tenga inquilinos.
1. Revisa el contrato
Tienes que revisar el contrato de alquiler que en su momento firmaron el arrendador y el arrendatario, es decir, el propietario y el inquilino, para saber si incluye o no una cláusula donde se especifica que el inquilino tiene derecho de adquisición preferente en caso de venta de la vivienda. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, el inquilino tiene derecho preferente de compra a menos que el contrato indique lo contrario.
2. Informa al comprador
Es obligatorio que, como vendedor de tu piso, informes al posible comprador de la existencia de un contrato de alquiler en la vivienda a adquirir. También es importante que le informes de las cláusulas del contrato y de cuál ha sido la relación entre ambas partes durante su duración. Esto le servirá al comprador no sólo para decidir si finalmente lleva a cabo la compra, sino para valorar si le da continuidad al contrato de alquiler una vez que tenga que renovarse.
3. Notifica al inquilino
Esta notificación también es obligatoria y debe hacerse por escrito y de forma fehaciente. En este sentido, el inquilino de un inmueble de tu propiedad debe conocer no sólo tu intención de vender la vivienda, sino también el precio de venta, la fecha prevista y otras condiciones de la transacción, puesto que, en caso de que quiera ejercer su derecho preferente de compra si se dan las condiciones, pueda formalizar una oferta en un plazo máximo de un mes y llevarla a cabo de forma efectiva en un plazo máximo de 180 días. Ten en cuenta que el incumplimiento de estas notificaciones puede resultar en que el inquilino anule la venta y sustituya al comprador.
4. Negocia las visitas
Si finalmente el inquilino finalmente no puede o no quiere comprar la vivienda, tiene tres meses para abandonarla. Sin embargo, debes tener en cuenta que mientras esté habitando el inmueble, el inquilino tiene todo el derecho a negarse a recibir visitas de posibles compradores, ya que éstas pueden considerarse como contrarias a su derecho a la intimidad y a la inviolabilidad del domicilio. Por tanto, si estás interesado en vender el inmueble, tendrás que negociar con el inquilino la posibilidad de hacer estas visitas en un horario óptimo para él o bien esperar a que deje el piso.
NOTA: El comprador de la vivienda deberá respetar el contrato de arrendamiento hasta el plazo de duración obligatoria desde la firma de este (5 años si el vendedor es persona física, o 7 años si es persona jurídica). Pero si firmaste el contrato de arrendamiento con tu inquilino entre el 6 de junio de 2013 y el 6 de marzo de 2019, las condiciones pueden cambiar. Para más información, consulta a tu agente inmobiliario de confianza.
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